sábado, 22 de enero de 2011

Las personas entran y salen de tú vida, ha sido así siempre, y seguira siendo así. Sin embargo hay excepciones, hay veces que merece la pena consevar algo, a alguien, la amistad o el amor son como el fuego hay que avivarlos, hacer que no se apaguen, que no se agoten, que no se consuman, que sigan ahí, siempre. Porque es muy fácil decir ''Te quiero'' pero es algo más dificil demostrarlo, pero hay que hacerlo, hay que demostrar las cosas día a día, y sí no lo haces, te arrepientes, la pregunta es ¿Sirve de algo llorar? definitivamente no, si no hacemos nada, nada cambiará, y cuando te falte ese alguien en tu vida, te daras cuenta de todo lo que has perdido, hay veces que nos da igual creemos que podemos dejar que se apague una y otra vez, que volveremos a tener otra oportunidad, pero te has preguntado alguna vez que pasaría si no la tubieras... hazlo, porque puede pasar y entonces ya no habrá vuelta atrás, nada volverá a ser como antes, y entonces querrás arreglarlo pedir perdon, pero será tarde, muy tarde.

Por eso creo que a veces debemos tragarnos ese asqueroso orgullo, y dejar a un lado la dignidad, y pedir perdón, perdón por nuestros errores. Porque nadie te va a juzgar por hacer eso, por mucho que creas que sí, es más estarás siendo valiente, un extraña cualidad que pocos poseen, porque ser valiente no es no tener miedo a la oscuridad o a las arañas, ser valiente es muchísimo más que eso, ser valiente es afrontar los problemas, saber corregir nuestros errores, llorar sin necesidad de cubrirnos la cara, hacer lo correcto, no dejarnos llevar por el orgullo...

Que se vive bien con el orgullo metido en una caja, es más solo así a veces podemos ser felices.

2 comentarios:

Marta & Paula dijo...

Wow, me encanta el blog, los textos son preciosos, te sigo!

Sofía Gómez dijo...

Muchas gracias, me alegro que te guste :D
Muuua♥